Estimado Señor Secretario Miguel Cardona:
Desde marzo del 2020, nuestros niños y nuestras familias han sufrido los efectos desastrosos que ha tenido la pandemia como resultado de un abandono flagrante de liderazgo a nivel local, estatal y nacional en el sistema escolar en Estados Unidos.
En una carta dirigida a los educadores del país y las partes interesadas en la educación, usted inspiró a los padres de familia a creer que un cambio para bien era inevitable, gracias a su claro llamado a trabajar juntos para reabrir todas las escuelas de manera segura para el aprendizaje presencial. La información es contundente: a los estudiantes les va mucho mejor cuando aprenden de manera segura dentro de las aulas, en persona, a comparación con la experiencia remota.
Percibiendo su liderazgo auténtico y compasivo, los padres de familia de las comunidades más necesitadas se unieron a su sensato llamado y siguieron su liderazgo y sus logros en Connecticut, donde ofreció directrices claras y centradas en su vasta experiencia; su ejemplo de comunicarse con maestros y personal escolar, con administradores, con padres de familia y con estudiantes; conectando expertos médicos con las escuelas y su apoyo a brindar flexibilidad a los distritos para revisar y revisitar los planes basándose en la información de salud local.
Ahora 10 meses después, con más de $120 mil millones de dólares en financiamiento de alivio otorgado a las escuelas para ventilación y distanciamiento social en las aulas escolares, y para pruebas para detección del coronavirus, los padres de familia se están viendo obligados a tomar decisiones imposibles mientras que los distritos escolares en todo el país retrasan el regreso al aprendizaje presencial.
En lugar de tomar decisiones sabias y desarrollar planes de contingencia para los retos predecibles e impredecibles que continuaremos enfrentando en medio de la pandemia, nuestro sistema educativo estadounidense continúa afianzándose a una mentalidad reactiva y no proactiva que una vez más está ejerciendo presión adicional sobre las familias del país.
En el Sindicato Nacional de Padres, nuestro objetivo es asegurarnos que todo niño reciba una educación equitativa y de alta calidad. El éxito de los niños es de todos. Le instamos a recomendar a los distritos escolares que se comprometan de manera inmediata a lo siguiente:
Sin lugar a duda, el sistema educativo tiene que trabajar de la mano con las familias para poder cumplir con las necesidades de los estudiantes. Le pedimos a usted, como nuestro líder, que medite profundamente en nuestras recomendaciones, y que también pueda reinstaurar el programa de pagos conocido como “Biden Child Tax Credit” para ofrecer a los padres y familias el respaldo tan necesario cuando se les pida que falten al trabajo debido a la pandemia que sigue en curso.
Aunado a lo anterior, solicitamos que el Departamento de Educación lleve acabo audiencias en aras de la transparencia y que produzca un plan de monitoreo de los cercanos a $200 mil millones de dólares en recursos federales que ya han sido asignados a las escuelas de Estados Unidos para emplearse en estrategias de mitigación de Covid-19, equipo de protección personal (PPE), y mejoras en sistemas HVAC, pruebas de Covid-19, distanciamiento social, y lograr el objetivo del retorno seguro a las aulas.
Con el debido respeto,
Keri Rodrigues
Presidenta, Sindicato Nacional de Padres (NPU)